Bogotá, Colombia
Con mucho agrado recordamos nuestro viaje a México. Aunque nuestra decisión fue de ir, en realidad es Dios quien emparejó todo para poder estar allí. Nuestro corazón iba expectante esperando conocer a fondo la iglesia y sus principios, ya que nuestra experiencia la mayor parte del tiempo ha sido virtual y necesitábamos de verdad sentir y ver en directo el amor de la familia de Dios.
Nos recibió una familia en la Ciudad de México quienes nos hospedaron abriéndonos las puertas de su hogar y dándonos total confianza para sentirnos libres en él, esto nos hizo sentir que en verdad estábamos como en nuestra casa y reflejó uno de los valores más importantes para CVC como es la libertad y el principio bíblico de acoger y ayudar a los extranjeros.
Luego fue emocionante conocer a otros miembros de la iglesia porque era como estrechar la mano y abrazar a la persona que solo habías visto por internet; esto nos llenó de gozo y satisfacción al ver cumplidas las oraciones realizadas por nuestros pastores en favor de la misión de CVC Colombia. Nos sentimos honrados y privilegiados de estar con personas de tanta autoridad que Dios ha usado y puesto para llevar a cabo su obra, mostrándonos el amor del Padre, un amor sincero, expresivo y con tanta humildad que hizo agradable cada momento.
Otra de las cosas que nos gustó mucho fue la actitud continua de dar que vimos en la iglesia; todos hacían su mayor esfuerzo para complacernos, que nos sintiéramos bien y que no nos faltara nada, brindándonos lo mejor de ellos mismos.
También sentir y experimentar la comunión entre hermanos, como lo hacía Jesús, sobre todo en los momentos de la comida y en los ratos libres.
Hicimos muchos amigos y nuevos lazos de hermandad que nos ayudarán a fortalecernos en el amor de Cristo y el cumplimiento del propósito de Dios en nuestras vidas. Y algo súper importante es que pudimos llevar a Bogotá una buena colección de estudios bíblicos para compartir y bendecir a nuestros compatriotas.
Solo nos queda agradecer a México por recibirnos, a cada uno de los hermanos de CVC y también a quienes hicieron posible que viajáramos. Gracias por tanto amor.
O vas, o ayudas a ir
Isaías 6.8
Por el pastor Wilson Cartagena, su esposa Claudia y sus hijas, quienes cuidan del grupo en Bogotá.
Por Jaime Clavijo, su esposa e hijos. Que su fe se fortalezca, tengan sabiduría y discernimiento en el trabajo con las personas.
Para que se levanten personas comprometidas en el grupo con Dios y la visión de CVC.
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cumples el propósito de Dios para tu vida en tu ciudad.
